Los problemas de cálculo computacional que se suelen encontrar en las aplicaciones científicas y de ingeniería suelen presentar unas dimensiones muy elevadas. Resolver estos problemas utilizando ordenadores convencionales puede consumir demasiado tiempo de proceso y demandar demasiada cantidad de almacenamiento. En muchos casos, los procesadores paralelos de memoria distribuida (DM-MIMD: MIMD son las iniciales de multiple instruction, multiple data) pueden proporcionar tanto la potencia de cálculo como la cantidad de memoria necesaria para resolver este tipo de problemas.