Hasta ahora hemos descrito un GIS por medio de definiciones de tipo formal y por medio de su capacidad para satisfacer demandas espaciales, relacionando conjunto de datos por medio de su localización geográfica. Igualmente un GIS puede describirse también enumerando el tipo de demandas a las que puede responder. Un GIS suficientemente sofisticado puede responder a cinco preguntas genéricas:
Localización: ¿Qué hay en...?
La primera de las preguntas se refiere a identificar que es lo que se encuentra en una localización determinada. La localización puede describirse de varias formas, por ejemplo, por su topónimo, por su código postal, o por referencias geográficas como latitud y longitud.
Condición: ¿Dónde se encuentra?
La segunda demanda es la inversa de la primera y requiere un análisis espacial. En lugar de identificar lo que se encuentra en un punto. Lo que se busca es un lugar que reúna ciertas condiciones (por ejemplo, un terreno sin bosque, que tenga un área mayor de 2000 metros cuadrados, que esté a menos de 100 m. de una carretera y al que sus condiciones geotécnicas le permitan soportar edificios.
Tendencia: ¿Qué ha cambiado desde...?
Esta pregunta involucra a las dos anteriores y su respuesta establece que diferencias ocurren en un área determinada a través del tiempo.
Distribución: ¿Qué patrones de distribución espacial existen?
Esta pregunta es más compleja. Se plantea al querer determinar, por ejemplo, si el cáncer es una causa importante de mortalidad entre las personas que residen en las proximidades de una central nuclear. O también, al querer conocer cuántas situaciones anormales se producen en una determinada distribución espacial y donde se localizan.
Modelización: ¿Qué sucede si...?
Cuestión que se plantea al intentar conocer que pasa en un sistema cuando ocurre un hecho determinado, por ejemplo, que le sucede a un sistema viario si construimos una carretera, o que sucedería si se produjera un determinado vertido tóxico en la red de suministro de agua potable. Las respuestas requieren, además de la información geográfica, otras informaciones adicionales, como pueden ser determinadas leyes científicas.